El reloj en la pared me dice: son las seis y treinta y dos de la noche, y no pensé que ya llegaría, éste día y su tristeza. De esta forma y en medio de la algarabía de mis compañeros de salón, con los ojos llorosos me pongo a recordarte, a pensarte; en tu dolor y en tu lindo nombre que siempre escribo así: Sofía.
Estoy desesperado, esquivo y naufragando en mis ideas.
Desde el lunes último al entrar a las dos de la tarde al salón 207, ya no estoy tranquilo, y me doy cuenta ya es viernes. Ya nos van a cerrar la puerta y sigo pensando, Salgo así del pabellón "B" naufragando como solitaria barca en la mar, me pongo claramente triste, mis ojos ya no quieren irse ni a dormir; siento como si se me fuera la vida y no tampoco puedo dejar ya de escribir en este último día; sobre la carpeta y la universidad, sobre el parque de la Integración y la biblioteca, bajo el umbral de la puerta principal donde todos pueden leer : “UNIVERSIDAD NACIONAL DEL CENTRO DEL PERÚ” ya estoy, con paso y medio en la calle y casi por salir me percato por primera vez de los faroles amarillentos dándome el adiós ,precisamente allí el vigilante de reojo inspecciona el folder azul que casi siempre me acompañó ,y junto todo mi valor ,para mirarme fijamente y jurarte una promesa al corazón : te amaré, te amaré aunque surque el paraíso o el infierno LITERATURA de mi vida. Y me fui. |
miércoles, 28 de abril de 2010
jueves, 8 de enero de 2009
lunes, 22 de diciembre de 2008
" La Llama de tus Besos "
" La Llama de tus Besos "
Diez y veinte de la noche
Mis impulsos aún te recuerdan
La llama que encendiste está intacta
Me quema, me sofoca, me embriaga
Tu arete quedó atragantado en mi manzana
Tu delirio esta envuelto en mis brazos retorcidos
Tu locura yace fresca en mi memoria
Tu perfume en mis desalmados dedos amarillos
En mis tolerantes oídos tu voz respirando
Tu mirada y tu sencillez de mujer
Están tapizando actos míos de hoy día
Tú ya no estas en los números de mi móvil
El recuerdo de tus besos de amor
Me empujan, me desorbitan
Tú estas en lo mas hondo de mis neuronas
Y desde ahí
Evocándote en esta negra noche
Cierro los ojos cuando yo más te recuerdo;
Con La nitidez de una aurora,
Con la nostalgia de una viuda,
Con la timidez de un indio,
Con la locura de un árbol
Con el nerviosismo de mis palabritas.
Con mi literatura que me envuelve.
Y con su voz diciéndome;
dejad que la poesía haga su magia
mientras tanto...
Yo; apresurado
tratando de ahogar
mi looocura
Por haberte amado
profundo;
sin piedad.
Por :Nilthon Vilchez
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